El edificio de El Forn fue construido a finales de los años 40, como un horno de pueblo, sobre los restos de la antigua casa de "cal Farré".
Durante los años 60, para poder atender a los visitantes que venían con ganas de pasar unos días tranquilos y agradables en un entorno magnífico, transformamos en posada las antiguas estancias del edificio.
Desde entonces, fuimos adaptando y mejorando los servicios tanto de la posada como del restaurante con la dedicación de Anna, Imma y Paquita.
Los cambios en los hábitos de nuestros visitantes nos han permitido reformular nuestro servicio, convirtiendo unos viejos almacenes en unas instalaciones totalmente equipadas para atender las nuevas necesidades del siglo XXI.